En la última semana de agosto
aprovechando que estábamos cerca, en el Andévalo onubense, decidimos escaparnos
unos días por El Alentejo portugués y visitar una zona conocida como la Raya porque es la zona fronteriza
entre España y Portugal dotadas ambas zonas con numerosas murallas y fortalezas.
Así entrando por Rosal de la Frontera establecimos nuestro centro de
operaciones en Moura alojándonos en el
Hotel de Moura, antiguo Convento de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, fundado
en el S.XVII y adaptado a hotel en 1.900, es hoy en día un acogedor hotel de 3*
donde combina el encanto del antiguo Convento con las comodidades de un hotel
del siglo XXI con habitaciones amplias, un desayuno muy digno y una
tranquilidad que hace que descanses de manera efectiva.
El día que llegamos disfrutamos
de un almuerzo en un pequeño restaurante cerca del hotel, donde tenía una
amplia muestra de la gastronomía alentejana, por cierto buenísimos los quesos
y el bacalao con espinacas, todo ello acompañado de un buen vino de la tierra,
para los amantes del vino se pueden visitar numerosas bodegas por los
alrededores. Al anochecer disfrutamos de
un paseo por esta bella localidad disfrutando de su morería por sus estrechas
calles donde destaca el blanco de sus
casas y sus macetas de flores, de su muralla y Torre del Homenaje del
S.XIII y del Jardín del Dr. Santiago, un
espacio lleno de fuentes, estanques con patos, arboleda y un mirador donde hay
una vistas espectaculares del paisaje alentejano.
Moura: viviendas |
Beja: Torre del Homenaje |
Beja: Cerámica sevillana en la Sala Capitular del Convento de la Concepción |
Beja es considerada un museo vivo del arte del azulejo y hay muestra de ello en numerosas casas y monumentos por toda la ciudad.
Para tomar un cafelito ,
descansar y aprovechar para ver el sitio estuvimos en la Pousada, antiguo
Convento de San Francisco, hotel de lujo ideal para un retiro físico y
espiritual, donde se ha sabido combinar el sabor del antiguo convento con
las comodidades de un Hotel de 5*.
Ya por la tarde pasamos por Serpa
para admirar su castillo, murallas y acueducto del S. XVII. Por cierto hay un Museo
del Reloj con más de dos mil relojes mecánicos desde 1630 hasta nuestros días,
es único en la Península Ibérica.
Serpa: Torre y murallas |
El día de regreso a Sevilla aprovechamos para visitar el Museo de la Luz que es un Centro de Interpretación en la Nueva Aldea de Luz, donde se expone como para la construcción del Pantano de Alqueva (el mayor de Europa Occidental) es necesario trasladar la Aldea de la Luz a otro sitio, las consecuencias que trajo consigo este desplazamiento y el nuevo pantano a sus habitantes y el entorno.
Pantano de Alqueva |
Monsaraz: callejero medieval |